1000 blank white cards es un juegazo como la copa de un pino, en el que siempre se sabe como se empieza pero nunca como termina. Tal y como rezan las instrucciones, en este juego no es importante ganar, sino el recorrido, pasarlo bien y echarle imaginación en el diseño de cartas.
La reseña de hoy va a ser un poco atípica, porque normalemente no suelo explicar las reglas de un juego, pero 1000 Blank White Cards es más una serie de reglas que un juego en cuestión, así que he decidido hacer una excepción ¿Empezamos?
Para el que no lo conozca, este juego es un pequeño clásico dentro del subgénero de gestión de mano, su planteamiento es bastante interesante e innovador, porque a diferencia de otros juegos parecidos (en los que robas x cartas, juegas la que mejor te viene e intentas putear o ganar puntos) en este juego no hay ninguna carta creada de serie, TODAS, absolutamente TODAS las cartas del juego las crean los propios jugadores de cero, sin ningún pauta concreta, sólo unas directrices de como colocar la información en las tarjetas.
DATOS DEL JUEGO
Autor: Riff Conner, Nathan Phoenix
Año: 2001
Duración: 60 min aprox.
Web: Game board geek
MATERIALES
60, 80 o 90 cartas (dependiendo del número de jugadores)
1 bolígrafo por jugador.
NÚMERO DE JUGADORES
Se puede jugar a partir de tres jugadores y no tiene número máximo. No obstante, yo recomiendo partidas mucho más pequeñas, de 4 a 6 jugadores como mucho.
PREPARACIÓN
Para jugar una partida nueva conviene conservar cartas de partidas anteriores, de tal manera que la creación ideal del mazo se lleva a cabo de la siguiente manera:
4 jugadores: 30 cartas de la partida anterior, 14 de partidas antiguas, 8 cartas creadas inmediatamente antes de la partida y 8 en blanco.
5 jugadores: 40 cartas de la partida anterior, 20 de partidas antiguas, 10 cartas creadas inmediatamente antes de la partida y 10 en blanco.
6 jugadores: 45 cartas de la partida anterior, 21 de partidas antiguas, 12 cartas creadas inmediatamente antes de la partida y 12 en blanco.
Hecho esto, se barajan y se reparten cinco cartas a cada jugador.
Si es la primera vez que juegas y, obviamente, no tienes ni una sola carta creada, pues os tocará sentaros un rato y que cada jugador cree unas 10 cartas.
¿CÓMO SE JUEGA?
En cada turno, cada jugador roba una carta y juega una carta. Estas pueden jugarse en uno mismo, en un jugador concreto (para que sólo le afecte a él) o en la mesa (para que afecte a todos los jugadores). Si la carta tiene un efecto continúo o un número de puntos, se queda donde está, para que luego se puedan contar los puntos.
Si sale una carta en blanco, ese jugador puede crear una nueva carta. Pero se recomienda hacerlo fuera de su turno (para no hacer esperar al resto de jugadores).
El juego termina cuando un jugador no tiene ninguna carta para jugar. En ese momento cada jugador cuenta los puntos de todas las cartas que se han jugado sobre él y gana el que obtenga el número más alto.
¿CÓMO SE CREAN LAS CARTAS?
Todas las cartas deben tener los siguientes elementos:
Título
Dibujo
Valor: de -1000 a 1000 (se recomienda usar números redondeados)
Reglas específicas (no es obligatorio)
Os pongo una imagen para que veáis un ejemplo:
MECÁNICA
Es curioso que un juego tan sumamente simple funcione bien, casi no tiene reglas, sino que las crean los jugadores, a través de las cartas que vayan creando, puesto que se pueden poner reglas especiales.
Además, se basa en ensayo y error, al final de una partida cada grupo va a descartar las tarjetas que no han funcionado bien o no encajan con el modo de juego al que se quiere jugar, con ello, al cabo de muchas partidas se termina teniendo un taco perfecto y se desarrollan nuevas cartas que encajen bien ahí.
CONCLUSIONES
LO MEJOR: Es un juego simple y divertido, requiere de mucha imaginación, pero aunque no lo creas, a las pocas partidas serás capaz de crear cartas geniales.
LO PEOR: Es un juego que lleva consigo cierta preparación, tanto en la creación de cartas como en el mero hecho de conseguir tarjetas blancas (¡haceros con una guillotina!).
¿AMPLIACIONES?: No tiene.
